Resumen
El pasado 5 de Abril se firmó un Convenio Marco entre la Sociedad Argentina de Hematología y el grupo Cooperativo de Hemostasia y Trombosis (CAHT), para continuar y estimular los ideales e intereses conjuntos que originaron la creación de ambas sociedades desde sus orígenes. En el año 1945 en la ciudad de Córdoba nacía la Sociedad de Hematología y Hemoterapia, 29 años después se consolidaba como la Sociedad Argentina de Hematología y en 1978 se fundaba el grupo CAHT, entre cuyos fundadores se encontraban ya miembros de la SAH. Durante todos estos años ambas sociedades continuaron su crecimiento con los mismos ideales con que se habían fundado, con un sistema democrático de renovación continuo, sin fines de lucro, con el objetivo claro de crecimiento intelectual a través de la enseñanza e incremento progresivo del número de asociados de Argentina y de Latinoamérica. Este convenio, que puede parecer intrascendente, ya que ambas sociedades comparten socios, investigadores y presidentes, con espacios de participación ya establecidos del uno para con el otro, con una revista en común como Hematología, necesita, según mi parecer, una mayor comunicación e interacción entre sus miembros y dirigentes para lograr un mejor crecimiento conjunto, aprovechando el progreso de ambas sociedades que cuentan con el consenso nacional e internacional a través de la participación con los principales representantes de la hematología mundial (ASH, EHA e ISTH) y otras organizaciones subsidiarias donde nuestros miembros ocupan lugares destacados en la dirección, cooperación y en la calidad de las publicaciones en distintas revistas de reconocida seriedad en la selección de los trabajos. Creo que ambas comisiones directivas integradas por quienes comparten las tareas de la especialidad, la idea de “recordarnos” juntos será el estímulo para un acercamiento que aumentará la creatividad e innovación de ambos grupos, con inversión de recursos propios para trabajos de investigación conjuntos, manteniendo la individualidad e independencia en la elección de sus planes de investigación y en la organización de reuniones científicas y congresos, integración inevitable y necesaria, puesto que miembros de ambas sociedades comparten lugares de trabajo y temas afines, equiparando, a través de este Consenso, una igualdad en la valoración de sus trabajos, con homologación de puntajes y antecedentes, con un mayor diálogo entre médicos, bioquímicos, biólogos, enfermeras y otras actividades y especialidades que se integren para nuestro continuo crecimiento. Hemos salido de la pandemia, virus que provocó cambios en hábitos, costumbres, formas de trabajar, modos de vida, vínculos, creencias, abandono de proyectos y, tristemente, cobrando vidas, que nos ha llevado a una situación mundial y nacional que ha lesionado valores esenciales en la relación de gobernantes y gobernados, con la aparición de interrogantes e incertidumbre, incluso sobre el valor de la ciencia. Pero a pesar de todas estas dificultades, nuestras sociedades han seguido trabajando con total dedicación y desinterés en el mantenimiento y mejoría de la calidad de atención, investigación y enseñanza, con la preservación de los valores esenciales que llevaron a la fundación de nuestras sociedades y a mantenerse en el tiempo: EL RESPETO, LA AUTORIDAD Y LA CONFIANZA EN NOSOTROS MISMOS. Bendigo esta unión que nos llevará a una mayor “completitud” de amistad y trabajo entre todos sus miembros.
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