Púrpura trombocitopénica inmune: tratamiento de segunda línea, experiencia en el Sanatorio Güemes centrada en trombomiméticos.
Revista Hematología
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Palabras clave

Trombocitopenia, trombopoyetina, Romiplostim, Eltrombopag

Cómo citar

Petro Lopez, K. (2020). Púrpura trombocitopénica inmune: tratamiento de segunda línea, experiencia en el Sanatorio Güemes centrada en trombomiméticos. Revista Hematología, 24(3), 19–24. Recuperado a partir de https://www.revistahematologia.com.ar/index.php/Revista/article/view/337

Resumen

La púrpura trombocitopénica inmune (PTI) se define como la disminución del recuento de plaquetas
por debajo de 100000/μl, no asociado a otras citopenias y cuyo mecanismo de origen es autoinmune.
Desde el año 2009, el Grupo de Trabajo Internacional (International Working Group: IWG) sobre PTI,
estandarizó la terminología, definiciones y criterios para el manejo de estos pacientes y, estableció el término trombocitopenia inmune, por la presentación clínica y fisiopatología de la enfermedad(2).
El diagnóstico de PTI primaria se establece por exclusión de otras causas que pudieran producir trombocitopenia aislada. Entre ellas están: el lupus eritematoso sistémico, la leucemia linfática crónica, la infección por virus de la hepatitis C, el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y la infección por Helicobacter pylori. Además, debe descartarse la exposición a drogas que inducen producción de anticuerpos que median la destrucción plaquetaria: heparina, abciximab, paracetamol, alemtuzumab, amiodarona, rifampicina, ceftriaxona, carbamacepina, fenitoína y ácido valproico(2).
La presentación de los pacientes con PTI primaria puede ser variable: desde la trombocitopenia como único hallazgo de laboratorio hasta el sangrado severo. En cuanto al curso clínico, el 75% de pacientes adultos progresan a la cronicidad(3).

Con respecto a su fisiopatología, inicialmente se describió como causa principal la presencia de autoanticuerpos dirigidos contra las plaquetas. El descubrimiento de la trombopoyetina (TPO), principal regulador de la producción plaquetaria, permitió mejorar el conocimiento acerca de la fisiopatología de la enfermedad: a la destrucción plaquetaria se sumó la incapacidad en su producción(4).
Desde el punto de vista terapéutico la primera línea incluye la utilización de corticoides e inmunoglobulina. La segunda línea de tratamiento comprende tres estrategias: la esplenectomía, la inmunosupresión (principalmente con rituximab) y, en los últimos años, los agonistas de los receptores de trombopoyetina: romiplostim y eltrombopag. Estos últimos han cambiado el manejo de la PTI crónica, minimizando el riesgo de sangrado y logrando una respuesta duradera con menos efectos secundarios(1).
En términos generales, tanto la esplenectomía como el rituximab logran respuestas sostenidas a largo plazo. La primera otorgaría remisiones más duraderas, alcanzando tasas del 85%, pero al cabo de 10 años se observa un 30% de recaídas(5). Aquellos pacientes que fallan a la esplenectomía pueden ser tratados
con bajas dosis de corticoides nuevamente.
Si bien la esplenectomía resulta costo-efectiva para la mayoría de los sistemas de salud, es un tratamiento irreversible, invasivo, que resulta en la pérdida de las funciones esplénicas y cuyo tiempo de respuesta no puede predecirse con exactitud. Teniendo en cuenta estos motivos, y por la mayor frecuencia de comorbilidades asociadas con la edad, no se recomienda en pacientes mayores a 60-70 años(15).
El rituximab representa una alternativa en pacientes no candidatos a esplenectomía, con una mediana de duración de respuesta de 11 meses y mantenimiento de ésta a 5 años del 21%(3).
En el caso de los agonistas de receptores de trombopoyetina (TPO), también llamados trombomiméticos, se requiere de su administración continua para mantener recuentos plaquetarios seguros(6).
Estas drogas representan un avance importante en el tratamiento de segunda línea en la práctica clínica. Actualmente se encuentran aprobados eltrombopag y romiplostim como alternativas en pacientes no respondedores, en quienes la esplenectomía puede conllevar complicaciones, en aquellos pacientes con contraindicaciones para el uso de rituximab, o bien en aquellos casos en los que se requiere normalizar el recuento plaquetario para la realización de algún procedimiento quirúrgico(7).
Eltrombopag es un agente trombomimético no peptídico que se une al dominio intracelular del receptor MPL en la región H499, activando las tres vías de señalización y permitiendo al megacariocito amplificarse y aumentar el número de plaquetas, a través de la fragmentación del citoplasma. Aprobado en el 2008 por la FDA para el tratamiento de PTI crónica, la dosis inicial recomendada es de 50 mg, con incremento a 75 mg si no se obtiene respuesta adecuada luego de tres semanas de tratamiento. Demostró eficacia y buen perfil de seguridad en el tratamiento de la PTI, siendo también efectivo en otras condiciones clínicas como la plaquetopenia relacionada con la infección por el virus de hepatitis C o la inducida por quimioterapia en pacientes con diagnóstico de aplasia medular severa(8,9).
El romiplostim es un agonista peptídico que se une al receptor MPL de manera similar a la TPO e induce, con mayor intensidad, la activación de las vías STAT y ERK, permitiendo al megacariocito amplificarse.
De esta manera, al competir con la unión del ligando natural, el romiplostim induciría una respuesta
trombomimética estable(10). Aprobado en 2008 por la FDA, inicialmente se probó en ensayos fase I en sujetos sanos, encontrándose que, a dosis únicas endovenosas o subcutáneas, producía un aumento en el recuento plaquetario con efecto máximo entre los días 12 y 16, dosis dependiente(11).
En el presente trabajo se evaluaron pacientes con diagnóstico de púrpura trombocitopénica inmune primaria con seguimiento en el Sanatorio Güemes.
El objetivo es describir la eficacia y seguridad del tratamiento con trombomiméticos en segunda línea

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Citas

1. Cuker A. Transitioning patients with immune thrombocytopenia to second-line therapy: Challenges and best practices. American Journal of Hematology. 2018; 93(6),816-823.
2. Rodeghiero F, Stasi R, Gernsheimer T et al. Standardization of terminology, definitions and outcome criteria in immune thrombocytopenic purpura of adults and children: report from an international working group. Blood. 2009; 113:2386.
3. Michele P, Lambert, Gernssheimer T. Clinical updates in adult immune thrombocytopenia. Blood. 2017; 129:2829-2835.
4. Stasi R, Newland AC. ITP: a historical perspective. British Journal of Haematology. 2011 153(4), 437-450.
5. Ghanima W, Godeau B, Cines DB, Bussel JB. How I treat immune thrombocytopenia: the choice between splenectomy or a medical therapy as a second-line treatment. Blood. 2012; 120:960.
6. George JN. Sequence of treatments for adults with primary immune thrombocytopenia. American Journal of Hematology. 2012; 87(S1), S12-S15.
7. Neunert C, Lim W, Crowther M et al. The American Society of Hematology evidence-based practice guideline for immune thrombocytopenia. Blood. 2011; 117:4190.
8. Raymond S et al. Eltrombopag (EPAG) Treatment Improved Platelet Counts in Patients with Persistent or Chronic Immune Thrombocytopenia during a 2-Year, Phase IV, Open-Label Study. Blood. 2017; 130:3628.
9. Cheng G, Saleh MN, Marcher C et al. Eltrombopag for management of chronic immune thrombocytopenia (RAISE): a 6-month, randomised, phase 3 study. The Lancet. 2011; 377(9763), 393-402.
10. Raslova H, Vainchenker W & Plo I. Eltrombopag, a potent stimulator of megakaryopoiesis. Haematologica. 2016; 101(12), 1443-1445.
11. Wang B, Nichol J, Sullivan T. Pharmacodynamics and pharmacokinetics of AMG 531, a novel thrombopoietin receptor ligand. Clin Pharmacol Ther. 2004 Dec;76(6):628-38.
12. Provan D, Stasi R, Newland AC et al. International consensus report on the investigation and management of primary immune thrombocytopenia. Blood. 2010; 115(2):168.
13. Rodeghiero F. A critical appraisal of the evidence for the role of splenectomy in adults and children with ITP. British Journal of Haematology. 2018; 181(2), 183-195.
14. Ghanima W, Geyer JT, Lee CS et al. Bone marrow fibrosis in 66 Immune Thrombocytopenia patients treated with thrombopoietin receptor agonists: a single center long-term follow-up. Haematologica. 2014 May;99(5):937-44.
15. Ruggeri M, Tosetto A, Palandri F et al. Thrombotic risk in patients with primary immune thrombocytopenia is only mildly increased and explained by personal and treatment-related risk factors. Journal of Thrombosis and Haemostasis. 2014; 12(8), 1266-1273.
16. Rapetti M, Donato H, Fassi D y col. Trombocitopenia Inmune. Guías de diagnóstico y tratamiento, Sociedad Argentina de Hematología. 2017; 213-227.
17. Donato, H, Fassi D y col, Trombocitopenia Inmune. Guías de diagnóstico y tratamiento, Sociedad Argentina de Hematología. 2019; 219-235.

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